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Investigación

Trans.Arch: los archivos y el valor de la memoria

La PUCP participa en este proyecto financiado por la Unión Europea que reúne el esfuerzo de nueve universidades latinoamericanas y europeas. La Dra. Francesca Denegri, coordinadora del proyecto desde nuestra Universidad, nos cuenta sobre esta iniciativa y el valor de los archivos para la construcción de identidades.

Vicerrectorado de Investigación

“Los archivos históricos son repositorios para la memoria colectiva. Ahora, con el Internet y la conversión de archivos analógicos a archivos digitales, la relación entre las memorias locales y la memoria global, entre lo público y lo privado, está cambiando aceleradamente”, inicia la Dra. Francesca Denegri, coordinadora del equipo PUCP que participa en el proyecto Trans.Arch y directora del Programa de Doctorado en Literatura Hispanoamericana de la PUCP.

“Trans.Arch. Archivos en transición: memorias colectivas y usos subalternos” es un proyecto de investigadores y cuidadores de la memoria cultural de nueve universidades latinoamericanas y europeas, entre ellas la PUCP. En el 2020, ganó la convocatoria para el apoyo de la iniciativa Marie Curie RISE (Research and Innovation Staff Exchange, por sus siglas en inglés) del programa Horizonte de la Unión Europea (UE).

Esta iniciativa se enfoca, a partir del fenómeno de la digitalización de los archivos, en tres ejes principales de investigación: memoria, materialidad y estética, que comprende las estéticas de la memoria en literatura, medios y cine; grupos subalternos, que incluye a los migrantes y disidentes sexuales; y teorías, técnicas y metodologías de los archivos en transición. En estos ejes se centran las estancias de estudiantes y docentes para realizar sus investigaciones en Europa.

“Como parte del proyecto, tuve la oportunidad de viajar a Valencia (España) en septiembre del 2021. Fui a investigar los archivos privados de la escritora española Belén de Zárraga, figura clave pero hasta ahora poco difundida en el desarrollo del feminismo latinoamericano a principios del siglo XX. La magia de Trans.Arch, ademas de la gran oportunidad de interlocución que ofrece con nuevos colegas con quienes nos une el interés por los mismos temas, es que es muy libre, identificas el archivo que quieres trabajar en una de las ciudades donde se ubican las universidades del proyecto y preparas tu viaje”, cuenta Denegri.

Por otro lado, la PUCP recibirá a profesores de las universidades europeas que vendrán a investigar archivos en nuestro país, desde el Archivo General de la Nación, la Biblioteca Nacional, el Instituto Riva-Agüero y, por supuesto, los diversos repositorios de nuestro sistema de bibliotecas.

“El proyecto va a dinamizar la dimensión colaborativa de la investigación entre los quince docentes y doctorandos que participan en el programa. Contempla, a su vez, una multiplicidad de actividades en docencia, investigación, publicaciones y organización de eventos. Queremos seguir ampliando nuestras redes de modo que puedan participar más investigadores, los que conocemos y los que todavía no. La idea además es que en el futuro podamos seguir desarrollando nuevos proyectos con nuevos fondos e investigadores”, señala.

Denegri señala que, sin lugar a dudas, el soporte de la Unión Europea es vital para el desarrollo del proyecto porque “representa el respaldo económico e institucional de una comunidad amplia y sólida, tanto cultural como políticamente”. Y desde nuestra Universidad, agradece el respaldo decisivo del Departamento de Humanidades, el Vicerrectorado de Investigación y la Dirección Académica de Relaciones Internacionales.

El valor de la memoria

“Los archivos son la base para construir memoria, producir conocimiento y transmitir identidades de generación en generación”, señala la Dra. Francesca Denegri. A partir de la diversidad de usos de  archivos – artísticos, judiciales, políticos, por ejemplo- y desde la mirada y la experiencia histórica de los nuevos colectivos, se abre la posibilidad de elaborar nuevos modelos sociales y nuevos enfoques del patrimonio cultural global.

“Los archivos no se organizan solos, son las instituciones y las personas las responsables de incluir o comprar ciertos documentos y excluir o rechazar otros, curar unos y otros no, mandar algunos al sótano y a otros al primer piso. Entonces la selección de los conjuntos documentales a partir de los cuales se emprenden las investigaciones académicas y se elaboran las narrativas históricas que aglutinan a los diversos grupos sociales de una nación tan compleja como la nuestra no es neutral, responde a criterios políticos particulares que proyectos como Trans.Arch cuestionan y pretenden desestabilizar», refiere.

Por ejemplo, explica, las Tradiciones peruanas de Ricardo Palma fueron escritas a partir de los archivos coloniales para indagar en la genealogía de una sociedad que se iniciaba en la era republicana con ese tremendo vacío cultural que se produjo a partir de la escisión con la tradición española. El resultado de ese trabajo fue una propuesta de literatura nacional como literatura urbana y criolla, de clara continuidad con las identidades coloniales, que, se podría decir, sigue vigente en el siglo XXI. Imaginémonos cómo se hubiera complicado el canon y nuestras propias identidades si las Tradiciones cusqueñas que Clorinda Matto escribió desde un sujeto narrador femenino y, a partir de los archivos cusqueños, hubieran tenido la misma autoridad que las de Palma.

Para finalizar, Denegri explica que, hoy en día, con la digitalización del conocimiento, los archivos dejan de estar bajo la potestad organizadora del archivero. “Ahora, al estar sueltos en plaza, se abre una dimensión inexplorada de los posibles modos de organización de esos saberes, más fragmentados e interconectados a la vez, que es precisamente el tema que nos convoca a los diversos miembros del equipo Trans.Arch”, concluye.