Proyección internacional: investigadores del MIT reconocen el impacto de MASI

A mediados de marzo del 2020, mientras en el país se decretaba el estado de emergencia nacional ante el avance de la COVID-19, representantes de la PUCP y de las empresas Brein (el hub de innovación del grupo Breca), Diacsa, Zolid Design y Energy Automation Technologies unieron esfuerzos con un objetivo: crear un ventilador mecánico que ayude a salvar vidas durante la pandemia.

En quechua, la palabra masi denomina a ‘un compañero o amigo cercano que brinda apoyo’. “En este caso, MASI ayudará a las personas a respirar”, indicó, en ese momento, el Dr. Benjamín Castañeda, director del Centro de Investigación en Ingeniería Médica de la PUCP, docente del Departamento de Ingeniería y coordinador general del proyecto MASI.

Así nació esta iniciativa que, en octubre del año pasado, luego de intensos trabajos y coordinaciones, entregó las primeras 150 unidades de estos equipos al Ministerio de Salud.

“Actualmente, MASI está desplegado en 18 hospitales a nivel nacional, ha sido probado con éxito dentro de los estudios clínicos y ha salvado la vida de peruanos”, cuenta ahora Castañeda cuando se le consulta sobre la situación actual del proyecto.

Investigación que traspasa fronteras

Debido a su notorio éxito, el equipo del MIT Emergency Ventilator Project del Massachusetts Institute of Technology (MIT) que desarrolló su propio ventilador de emergencia invitó a los miembros del proyecto MASI. De esta forma, el Dr. Benjamín Castañeda y el Mag. Jaime Reátegui, project lead de Brein y egresado de nuestra Especialidad de Ingeniería Electrónica, estuvieron en Estados Unidos del 21 al 26 de junio. Es importante destacar que el MIT es la universidad N°1 en el mundo, de acuerdo con el QS World University Rankings 2022.

A través de la empresa 10xBeta, se han fabricado 3,000 de estos equipos biomédicos del MIT Emergency Ventilator Project. Y de acuerdo con la información que el mismo equipo del MIT ha podido recoger, MASI, con 350 ventiladores de emergencia, es el segundo proyecto en el  mundo en número de fabricaciones.

“Me parece que este es el inicio de una colaboración interesante”, indica Benjamín Castañeda, quien agrega que, a través de esta visita, “se están generando los lazos para iniciar un trabajo conjunto, y producir dispositivos médicos para países en vía de desarrollo y que tienen dificultades para conseguir estos equipos, que son costosos y difíciles de trasladar. Nos interesa cerrar esas brechas de una manera eficiente y desarrollar dispositivos como el nuestro, que no son de alta gama, pero cubren el 90% de las necesidades clínicas”. Let’s make medicine simple again y let’s make medicine accessible again son las dos frases que integran, impulsan y motivan la colaboración entre ambos equipos.

Opinión internacional especializada

Por su parte, el doctor en Medicina y clinical lead del MIT Emergency Ventilator Project, Albert Kwon, M.D., y una de las personas que recibió al equipo MASI, señala sobre el proyecto peruano que “es el único ‘ventilador de emergencia’ que conozco que se está utilizando clínicamente en la actualidad y que ha ido acumulando evidencia clínica de que es capaz de brindar soporte respiratorio en pacientes con la COVID-19. Por lo tanto, MASI realmente está liderando el camino en la construcción de evidencia de eficacia clínica”.

Por otro lado, el Ph.D. Nevan Hanumara, líder del proyecto del MIT Emergency Ventilator Project, señala que “la mejor forma de abordar la ‘salud global’ es compartir experiencias y conocimientos en distintas regiones. Un ejemplo perfecto es cómo el equipo peruano consideró en su diseño no solo la robustez física o el bajo costo, sino también la potencial interrupción de la cadena de suministro. Seleccionó microcontroladores de menor rendimiento, pero que estaban más disponibles y luego escribió un código de mayor rendimiento a fin de compensarlo. Este es un enfoque realmente sofisticado, válido tanto en los mercados emergentes, como India y África, como en los EE.UU., donde también estamos sufriendo la escasez global de microcontroladores”.

“Me parece un elogio a la ingeniería biomédica peruana”, señala, ante ello, Benjamín Castañeda. “Este es un reconocimiento al proyecto mismo, pero también a las capacidades que tenemos y que muchas veces se desconocen. En el Perú se piensa que la ingeniería peruana no es de última tecnología. Y acá tienes al MIT diciendo: ‘los ingenieros del proyecto MASI han realizado un trabajo excelente’”, completa.

En ese sentido, el impacto de MASI ha escalado, sin duda, a ámbitos internacionales. “Médicos de la Escuela de Medicina de la Universidad de Stanford y de la Clínica Mayo, dos entidades muy reconocidas, se han incorporado como asesores al proyecto MASI debido a la calidad del trabajo que estamos desarrollando.  Además, hemos tenido reuniones con la República de la India para explicar nuestro trabajo y vean su aplicación en una UCI”, dice.

Producto peruano

En ese sentido, Benjamín Castañeda expresa que el aporte de MASI a la ingeniería biomédica en el Perú es un hito. “Es el primer equipo biomédico diseñado de manera privada en el país que ha conseguido la autorización de fabricación y que ha generado una fábrica para desarrollar en serie un equipo biomédico en el Perú”, explica. Y, todo ese proceso, en un contexto de pandemia. “Esperemos que no quede allí, sino que represente el nacimiento de una industria que el Perú tanto necesita”, dice.

Por su parte, el Mag. David Santos, jefe de la Oficina de Innovación de la Dirección de Fomento de la Investigación (DFI) del Vicerrectorado de Investigación (VRI), señala que todo el proceso de innovación tecnológica involucrado en la creación de un producto, sobre todo en equipos médicos como los ventiladores mecánicos de MASI, ya es un hito. “El desarrollo de productos tecnológicos es un proceso nuevo para las universidades en el mundo porque, por lo general, lo hacen las empresas. Por lo tanto, el proyecto MASI es un caso de éxito a nivel nacional y hemos demostrado que tenemos las capacidades para desarrollar tecnología de alto nivel y de impacto social”, dice.  Además, indica que “los resultados de MASI son la prueba de la capacidad que tiene la PUCP para trabajar proyectos de innovación tecnológica con entidades externas”.

Para finalizar, el Dr. Benjamín Castañeda explica que el proyecto tiene una integración interdisciplinaria con un alcance muy amplio que trasciende la ingeniería y contempla otros campos, como la gestión del proyecto, la logística y las comunicaciones. En esa línea, también destaca que MASI es un ejemplo del trabajo conjunto entre la academia, la empresa privada y el Estado. “Esa unión es vital para poder solucionar problemas complejos y ayudar a nuestra sociedad”, finaliza.

Para conocer más sobre el proyecto, visita  https://www.proyectomasi.pe/.