Letras de resistencia: conoce a las ganadoras del ProArt 2023
El Premio a la Producción Artística (ProArt) ha reconocido a dos importantes figuras de la poesía contemporánea: Rocío Silva Santisteban y Victoria Guerrero. Ambas poetas han impulsado la reflexión crítica y la visibilización de temas sociales y de género. Sus poemarios, arraigados en sus experiencias personales y profesionales, destacan por su capacidad de conectar lo personal con lo político y lo íntimo con lo social.
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Este año, el Vicerrectorado de Investigación (VRI) otorgó el Premio a la Producción Artística (ProArt) al trabajo de dos profesoras cuya trayectoria y compromiso con la creación artística y la reflexión crítica han resonado desde sus inicios tanto dentro como fuera de nuestra comunidad universitaria. Rocío Silva Santisteban y Victoria Guerrero han sido reconocidas por su destacada labor en la poesía, ofreciendo, a través de sus versos, una profunda exploración de lo personal y lo político.
Rocío Silva Santisteban: una voz atemporal
Los anhelos personales que se entrelazan en un contexto social que pareciera atemporal es la propuesta del nuevo poemario de la Dra. Rocío Silva Santisteban, docente del Departamento Académico de Humanidades. Una Herida Menor aborda temas como las injusticias y la violencia de género, los afectos, el cuerpo como lugar de resistencia, la desmitificación de tabúes y lo sagrado.
Esta antología hace un recorrido por las creaciones de diversas etapas de su vida y experiencias. “Un tema importante era que también las mujeres habíamos irrumpido ya en el ámbito universitario”, comenta sobre sus años como estudiante de Literatura en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, donde asumió, incluso sin conceptualizarlo plenamente, la responsabilidad de visibilizar a las mujeres y explorar la corporalidad y la sexualidad como temas literarios. “Y lo que a mí me ayuda a entender todo este proceso es, sin duda, el feminismo”, agrega.
«En San Marcos asumí, incluso sin conceptualizarlo plenamente, la responsabilidad de visibilizar a las mujeres y explorar la corporalidad y la sexualidad como temas literarios».
La honestidad vertida en los poemas de Silva Santisteban se manifiesta en la cotidianidad conmovedora con la que aborda diversos temas. En su obra más personal, explora con una voz íntima y genuina las emociones más profundas y las experiencias cotidianas que nos conectan a todos en nuestra humanidad compartida.
Una característica que resalta es su capacidad de otorgar una voz a sujetos protagonistas de hechos sociales que ejemplifican la precariedad en nuestro país, sin recurrir a la victimización habitual. Un ejemplo de ello es su poemario Las Hijas del Terror, donde aborda las múltiples vejaciones a la mujer desde una perspectiva de género. Asimismo, en el poema «Containers y espárragos», trata sobre la muerte de los trabajadores encerrados en un contenedor durante el fatídico incendio en la Galería Nicolini y lo describe con crudeza: “un grito hinchado porque no quiere morir como un esclavo sino cortarse la carótida como los héroes romanos”.
Esta conexión con lo social y lo personal de Silva Santisteban se ve también reflejada en sus años dedicados al ámbito de derechos humanos, y al activismo político y feminista. Ella subraya la importancia de la investigación y la generación de conocimiento en el desarrollo de su obra poética, enriqueciéndose desde una perspectiva sustentada y humanista.
«Actualmente, estoy escribiendo un libro de poesía que trata sobre los conflictos en el Perú a lo largo del tiempo. Comienza con un poema sobre el encuentro entre Atahualpa y Pizarro y, a lo largo de varios poemas, aborda conflictos contemporáneos, como el de Conga», nos detalla. Su poesía se nutre de experiencias directas y testimonios, y refleja una comprensión profunda de los eventos y sus impactos en la vida de las personas.
Victoria Guerrero: diálogos literarios
En su obra La Mujer, la Dra. Victoria Guerrero, docente del Departamento Académico de Humanidades, representa a una entidad inestable que se reestructura para dar sentido a la enfermedad, el dolor, el duelo y la cercanía a la muerte, desde las posturas, ensamblajes y dispositivos necesarios para hacerles frente.
El uso literario del sujeto hablante fragmentado en varias personas gramaticales, creadas a partir de diferentes experiencias, es la forma en que su creación interpela al lector. Algunos de sus poemas rinden homenaje, mediante la dramatización de su interpretación, a poetas destacadas que hoy son reconocidas.
“Hay un diálogo con escritoras cuyas vidas y obras admiro profundamente”, comenta Guerrero, refiriéndose a su exploración literaria del ultramundo con reconocidas escritoras como Emily Dickinson, Magda Portal y Anna Akhmatova. “Ellas enfrentaron en su momento múltiples sacrificios y persecuciones, no solo por su condición de mujeres, sino también por su condición de mujeres intelectuales”, agrega.
«Una mujer sentada frente a una taza de café en 1927 / No es muy diferente a una mujer sentada frente a una taza de café hoy», escribe Guerrero en uno de sus poemas, haciendo referencia al caso de Josephine Hopper, pintora estadounidense, esposa y modelo de la mayoría de las obras del pintor Edward Hopper, cuyo trabajo se vio eclipsado por el de él.
La poeta también reflexiona sobre la vulnerabilidad en el mundo contemporáneo. «Vivimos en un mundo donde hay una demanda absoluta por el individualismo y el trabajo constante, pero las retribuciones no siempre satisfacen. Esta vulnerabilidad está presente en mi poesía», confiesa.
«Vivimos en un mundo donde hay una demanda absoluta por el individualismo y el trabajo constante, pero las retribuciones no siempre satisfacen. Esta vulnerabilidad está presente en mi poesía».
El rol de la investigación en el proceso de creación de la obra de Victoria Guerrero es multidimensional. “En particular, me interesa mucho el tema de género en su sentido más amplio, desde lo académico, lo activista y lo creativo”, comenta. Guerrero escribe desde el conocimiento, desde la experiencia vivida y compartida, e incluso desde el sarcasmo, lo que confiere a su obra una autenticidad y resonancia que impactan a sus lectores.
A través de su escritura, ambas han mostrado cómo la poesía puede ser una herramienta poderosa para la resistencia, la denuncia y la transformación. Con su dedicación a la investigación y al activismo, Silva Santisteban y Guerrero continúan inspirando y desafiando a sus lectores a ver el mundo con una perspectiva más crítica y empática.