La historia animada de una adolescente en la pandemia

Ana es una adolescente que vive en Lima, cursa el quinto año de secundaria y, a lo largo de 14 episodios, narra sus experiencias cotidianas durante la pandemia. Este es un proyecto educativo animado que, en palabras de la Mag. Paula Chávez, docente del Departamento de Comunicaciones y una de las creadoras del proyecto, trata de “entender lo que piensan, sienten y la perspectiva que tienen los jóvenes”.

“Son microhistorias que desarrollan una problemática a través de la mirada de esta adolescente”, refiere.

En la primera temporada de Ana y el Covid: pequeñas historias, los episodios se centraron en los cuidados, en la bioseguridad y en cómo los jóvenes se adaptaban emocionalmente a los cambios. En la segunda, se enfocaron en la parte emocional en sí, en las consecuencias del encierro, en tener una nueva normalidad y en cómo lidiaban con la muerte.

El contenido

“La creación de los guiones”, continúa Paula Chávez, “implicó una investigación muy profunda. Nos pusimos en contacto con especialistas, psicólogos, personas que estén en constante contacto con los jóvenes. Eso es importantísimo para la creación de los contenidos”.

“Nada se puede crear si es que no hay este proceso de investigación previa. Para nosotras, había además mucha responsabilidad detrás. Por todo lo que íbamos a hablar y a contar a través del personaje, no podíamos hacerlo solo a partir de nuestras creencias o experiencias”, dice. Para ello, se realizaron encuestas y entrevistas en profundidad.

Por su parte, Carolina Paullo, predocente, egresada de la Facultad de Ciencias y Artes de la Comunicación y quien acompañó a Chávez en la concepción del proyecto, asegura “que son conscientes de que quizás, por primera vez, las chicas y los chicos están experimentando la cercanía de la muerte, cambios drásticos en nuestra cotidianidad, la forma cómo estamos aprendiendo, cómo estamos interactuando, socializando”.

Proceso creativo y producción

“Un aspecto que teníamos claro desde el inicio es que el trabajo creativo de las ilustraciones tenía que ser algo manual en el sentido de que trabajamos desde lo digital y lo analógico”, relata Paullo.

“Muchos de los materiales que se ven en los capítulos son hechos a mano. La idea también era darle apertura al error. No tenía que ser perfecto”, completa.  En ese sentido, señala, trabajamos bajo esas dos reglas. “Una tercera era la idea del reciclaje de materiales, algo que estaba bien presente en el proceso de creación”, añade.

Hay que señalar que en este proyecto han participado alrededor de 25 personas, entre alumnos, egresados, predocentes y docentes de la Facultad de Ciencias y Artes de la Comunicación.

Las expectativas

A partir de esta serie, las creadoras reflexionan sobre lo que va a ocurrir con los jóvenes luego de la pandemia. Piensan en las secuelas emocionales y hurgan en las múltiples aristas que les brindaron los especialistas con los que conversaron durante la etapa de la investigación previa.

En ese sentido, Carolina Paullo dice que, durante esa etapa, encontraron “que los grados de ansiedad y presión habían aumentado mucho por todo lo que implica adaptarse a esta nueva normalidad, a este nuevo espacio de socialización”.  Entonces surgió la siguiente interrogante: ¿Cómo podemos acercarnos a mirar esta nueva etapa?

Paula Chávez afirma que esa búsqueda de cierre obligatorio de esta etapa, efectivamente las compromete a buscar una respuesta y la encuentran en un proyecto de largometraje con el personaje de Ana. “Estamos en ese camino”, asegura.  “Y pensar en algo más implica eso: un equipo comprometido, que lo tenemos”, finaliza.

Innóvate Perú

Ambas temporadas han sido financiadas por el Programa Innóvate Perú del Ministerio de la Producción (Produce).

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