DANZA EN EL MUSEO, UNA EXPERIENCIA DE ARTE Y MOVIMIENTO
“Objetos vitales: entre ñucchus y pantihuaytas” es una intervención de danza contemporánea en el Museo de Artes y Tradiciones Populares Luis Repetto Málaga. La obra -ganadora del CAP de Creación 2024- reinterpreta el universo de Genoveva Núñez Herrera, figura de renombre del retablo peruano, a través de una propuesta que invita al público a interactuar con el arte de una manera diferente.
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“Objetos vitales: entre ñucchus y pantihuaytas” invita a recorrer el Museo de Artes y Tradiciones Populares Luis Repetto Málaga desde una interpretación de la obra de Genoveva Núñez Herrera (Ollantaytambo, 1939), maestra del retablo y Premio Nacional Amautas de la Artesanía Peruana. El recorrido comienza en el Jirón de la Unión, atraviesa la Casa O’Higgins y culmina con el despliegue de las performances en la sala del museo, donde se expone la obra de la artista cusqueña. La danza, a cargo de un elenco de bailarines y bailarinas, está acompañada por la música original de Francisco Haya de la Torre y por objetos textiles creados por Carolina Estrada, que aportan capas que enriquecen la experiencia.
Para contarnos más sobre esta intervención ganadora del CAP de Creación 2024, conversamos con sus creadoras, las docentes Lucía Ginocchio, Silvia Ágreda y Pachi Valle Riestra.
¿Con qué se van a encontrar las personas que visiten “Objetos vitales: entre ñucchus y pantihuaytas”? ¿Qué tipo de experiencia propone esta intervención dentro del museo?
LUCÍA: Queremos que las personas que visiten “Objetos vitales: entre ñucchus y pantihuaytas” se encuentren con una experiencia fuera de lo común en un museo: danza contemporánea que responde a los objetos exhibidos, que se relaciona creativamente con la muestra y que invita a recorrer el museo de una manera diferente.

Queremos que las personas que visiten “Objetos vitales: entre ñucchus y pantihuaytas” se encuentren con una experiencia fuera de lo común en un museo: danza contemporánea que responde a los objetos exhibidos, que se relaciona creativamente con la muestra y que invita a recorrer el museo de una manera diferente.
PACHI: La propuesta plantea una ruta que comienza en el Jr. de la Unión, que luego atraviesa la casa O´Higgins para continuar y terminar en la sala donde está la muestra de Genoveva Núñez Herrera. Hay una intención de guiar, de llevar el foco del público a nuestras intervenciones en danza en relación con las piezas del museo. De una u otra forma, las personas que bailan están haciendo siempre referencia a ellas. Sin embargo, somos conscientes de que, al haber tantos estímulos en simultáneo en un espacio que no es escénico, el público puede elegir lo que quiere ver, y cuánto tiempo y atención le dedica a cada momento de la performance y a los objetos de la colección.
SILVIA: Van a encontrar una relación entre cuerpos que danzan, las piezas de esta exposición y los espacios del museo donde están distribuidas. A lo largo del proceso creativo, hemos trabajado observando, conociendo y procesando la información que el trabajo y la biografía de Genoveva Núñez activa en nosotros. Hemos encontrado formas de mirar estos retablos, ilustraciones y piezas, y queremos compartirlas con los públicos en la búsqueda por diversificar la manera cómo habitamos y experimentamos el museo; y también con el objetivo de plantear la danza como lenguaje común.
Esta propuesta hace dialogar danza, sonido y objetos tradicionales andinos. ¿Cómo fue el proceso de construir ese puente entre lo escénico y lo artesanal, entre el cuerpo y los objetos de la exposición?
PACHI: Ha sido un largo proceso, de mucha prueba y error hasta llegar a encontrar formas de abordar la investigación que tuvieran sentido y sean coherentes con nuestra búsqueda. Antes de iniciar ensayos con los bailarines invitados, las investigadoras pasamos por una etapa de exploración para descubrir qué nos pasaba cuando entrábamos en contacto con imágenes u objetos de arte. Reconocimos que se activaban respuestas viscerales, asociativas y referenciales. Fue a partir de esto que propusimos ejercicios que se fueron convirtiendo en dispositivos que luego aplicamos y entrenamos en conjunto.
Nuestro objetivo no era “inspirarnos” en las colecciones para crear una pieza de danza autónoma sino una propuesta que existiera siempre en función de la colección.
LUCÍA: Para desarrollar la propuesta y postular al CAP, nos acercamos en primer lugar al museo y su curaduría. Conocimos a Claudio Mendoza, jefe del Museo, y Gabriela Mellado, su curadora, quienes nos introdujeron en el pensamiento detrás del museo y las colecciones que alberga. Claudio y Gabriela nos presentaron a Mario Calderón, coleccionista y cocurador de la muestra, con quien tuvimos nuestro primer acercamiento a las piezas que iban a ser exhibidas. Mario nos presentó el universo de la artista y su historia, la que también conocimos leyendo sobre ella, especialmente desde los escritos de él mismo y del trabajo de Rosaura Andazabal, historiadora y autora del libro Genoveva Núñez Herrera. Arte y tradición oral quechua de Ollantaytambo. Luego de habernos introducido en el trabajo de la artista, pudimos comprenderla y conocer de primera mano su trabajo. La visitamos en Huampaní, donde reside, y, poco tiempo después, hicimos un taller de retablos con ella. Es así que, a partir del acercamiento a su trabajo, iniciamos las exploraciones desde el cuerpo y la danza. Fuimos encontrando una metodología que nos hacía responder intuitivamente o, como le llamamos también, “visceralmente” a sus relatos e imágenes. Además, trabajamos “asociativamente” desde nuestros propios conocimientos y universos a sus objetos, relatando nuestras asociaciones en voz alta, y figurando con el cuerpo desde nuestro movimiento y nuestra imaginación. No buscamos representar su arte, sino procesarlo y crear a partir de estos estímulos, siempre referenciando el trabajo de la artista y encontrando nuestras conexiones con el mismo.
SILVIA: El proceso estuvo centrado en encontrar maneras de relacionarnos con estas piezas de arte y con el oficio — en tanto labor manual— de crear retablos. Todo esto era nuevo para nosotras. Y por esa razón el proceso ha sido largo y ha requerido de varios soportes y dinámicas: ejercicios de movimiento, revisión bibliográfica, observación de retablos de diversos creadores, visitas a Genoveva, a curadores del museo y a Mario Calderón; clases sobre el arte del retablo, discusiones grupales, improvisación. Todos los dispositivos que activamos para esta presentación son el producto de ese periodo largo y sostenido de creación e investigación, pero también dan cuenta de nuestra búsqueda por acercarnos a un lenguaje diferente y establecer un espacio compartido entre todos.

El proceso estuvo centrado en encontrar maneras de relacionarnos con estas piezas de arte y con el oficio — en tanto labor manual— de crear retablos. Todo esto era nuevo para nosotras. Y por esa razón el proceso ha sido largo y ha requerido de varios soportes y dinámicas
¿Qué significa para ustedes, como equipo, dialogar con la obra de Genoveva Núñez Herrera, una artista reconocida como Gran Amauta de la Artesanía Peruana?
PACHI: Es un honor. Conocerla a ella y a su arte (no artesanía) nos ha abierto un mundo desconocido. Ha sido la oportunidad de aprender cosas nuevas, y, a la vez, de constatar que el arte contemporáneo y el arte tradicional tienen intersecciones. Es un encuentro entre disciplinas, prácticas y culturas.
LUCÍA: Conocer a la artista y poder habernos acercado a ella ha sido un proceso de enriquecimiento que comenzó con nuestro encuentro con el Museo y se fue profundizando. Ha sido retador y hermoso poder haber entrado en una parte de su universo creativo, su imaginario, haberla podido escuchar cómo relata sus historias y responder también desde nuestro arte a su trabajo.
SILVIA: Ha sido una oportunidad para conocerla, oír su historia, compartir espacios con ella. La maestra Genoveva ha sido muy generosa con sus espacios y sus conocimientos. Nos permitió ingresar y conocer el minucioso detalle y el cariño que deposita en cada pieza. Nos quedamos con ese afecto y ese cuidado, y tratamos de llevarlos a la propuesta.
¿Qué retos y descubrimientos surgieron al trabajar desde distintos lenguajes artísticos y con un equipo tan diverso?
PACHI: La propuesta parte de una disciplina: la danza. En este sentido, el mayor peso se lo lleva el cuerpo y el movimiento. Una vez iniciada la investigación, nos acercamos al músico (Francisco Haya de la Torre) y a la artista textil (Carolina Estrada), y les presentamos nuestra propuesta.
La música se fue creando en función de las escenas que íbamos construyendo. Al ser Francisco un músico y compositor con harta experiencia, tuvo la libertad de proponer lo que consideraba que la danza requería y desde su instrumento, el piano. En el caso del arte textil, el proceso de Carolina de crear objetos a partir de una exposición de objetos fue una investigación en sí misma.
LUCÍA: El principal reto de trabajar interdisciplinariamente, en mi opinión, ha sido el de poder acordar y consolidar visiones de los diferentes artistas involucrados para las intervenciones. Cada artista tiene un universo creativo personal, un lenguaje y un imaginario, y no ha sido fácil que todos se integren en función del proyecto.
SILVIA: El principal reto del proceso ha sido lograr un trabajo colectivo y articulado entre todas las disciplinas. Si bien el peso de la propuesta se encuentra concentrado en la danza y el movimiento de los cuerpos, también planteamos el trabajo creativo en relación con la creación de piezas musicales y objetos textiles que permitieran la construcción de un lenguaje entre estos dos códigos: el arte de Genoveva Núñez y nuestra propuesta. Sin embargo, considero que trabajar interdisciplinariamente, en este contexto, ha significado un proceso en sí mismo, y hemos generado aprendizajes sobre la articulación y el diálogo entre disciplinas.
¿Qué importancia tiene para ustedes que existan iniciativas como el CAP de Creación? ¿Cómo contribuye a fomentar propuestas que vinculan arte y memoria?
PACHI: Es la oportunidad de experimentar. En una creación artística siempre hay una cuota de experimentación, pero los CAP promueven la investigación (y dan el soporte para que esto ocurra). En ese sentido, ganar un CAP da la posibilidad de dar rienda suelta a las inquietudes, de arriesgarse, de hacerse preguntas, de probar nuevas formas.

Es la oportunidad de experimentar. En una creación artística siempre hay una cuota de experimentación, pero los CAP promueven la investigación (y dan el soporte para que esto ocurra). En ese sentido, ganar un CAP da la posibilidad de dar rienda suelta a las inquietudes, de arriesgarse, de hacerse preguntas, de probar nuevas formas.
LUCÍA: Me parece fundamental que la PUCP pueda fomentar la creación y la investigación-creación de sus docentes. Creo que la Universidad está llamada a generar conocimiento, y el conocimiento artístico y sensible es valioso.
SILVIA: Es una excelente plataforma para fomentar la investigación en artes, que muchas veces no cuenta con financiamientos accesibles o con una mirada amplia a la creación. El Concurso Anual de Proyectos de Creación hace que sean posibles procesos de investigación profundos, y, por ello, facilita que temas que requieren de cuidado y reflexión puedan ser realizados.
Objetos vitales
INTERVENCIONES EN DANZA A LA EXPOSICIÓN DE GENOVEVA NÚÑEZ HERRERA |
SÁBADOS:19 y 26 de julio y 2 de agosto / 3pm y 5pm DOMINGOS:20, 27 de julio y 3 de agosto / 5pm |
TALLERES |
SÁBADOS:19 y 26 de julio y 2 de agosto / 11am a 12:30m |