Trazos del bosque: punto de partida para la creación e investigación de una artista

Lucía Slater es ganadora de la primera edición de los Períodos de Investigación y Creación (PIC 2021) del VRI. La artista y profesora de nuestra Universidad nos cuenta sobre procesos creativos, metodologías, pero también sobre identidad y superación.

28/10/2021

“Viví hasta los 11 años rodeada de bosques en un pueblo que se llama Tournavista en la Región de Huánuco. Esta etapa, definitivamente, marcó y determinó mi cosmovisión del mundo”, comenta Lucía Slater. Por ello, siempre ha estado en constantes retornos a estos espacios que han ido identificando su obra.

“Encuentro en el bosque un horizonte sin fin que se convierte en esa espiritualidad que siempre me atrae, ligada a nuestra Amazonía, que, aclaro, no es solo hablar del bosque, sino también de identidad, cultura, tradición, espacios y tiempo”, explica.

La Mag. Lucía Slater, docente del Departamento de Arte y Diseño, es ganadora de la primera edición de los Períodos de Investigación y Creación (PIC 2021) del Vicerrectorado de Investigación (VRI). De esta manera, puede dedicarse, de manera exclusiva, de enero a diciembre del presente año, a su proyecto “La unidad de la diversidad”.

“El trabajo actual que realizo es complejo. Son dos años de no salir por la pandemia, de no ver el bosque, entonces estoy pintando de una gran memoria. Si bien no se ha agotado, la no libertad de poder contactarme con el bosque hace más difícil su culminación”, dice. Asimismo, señala que, como parte del proyecto, ya ha terminado 20 cuadros de los 35 que lo componen.

La riqueza de la investigación-creación está en que el marco teórico puede ser escrito, porque, al tener una metodología de trabajo, hay un orden de cómo son los procesos para empezar y terminar el proyecto”.

Mag. Lucía Slater

Docente del Departamento de Arte y Diseño

Sobre esa base, añade, está produciendo un libro para “poner por escrito por qué el dibujo me lleva a la pintura. En ese sentido, parto del dibujo “como una herramienta de trabajo para nuestros procesos creativos y, cómo es que este, en todo este marco teórico, construye un modelo ideal cromático o escultórico o en cualquier área, porque dibujar es la base de todo, desde el que se inicia en su primer boceto”.

Al final, como explica, los conceptos de línea, espacios y composición no son propios ni únicos para las artes visuales. “Creo que son para todo lo que implica creatividad y eso es lo que quisiéramos poner sobre el papel”, comenta.

La importancia de la investigación-creación

“La riqueza de la investigación-creación está en que el marco teórico puede ser escrito, porque, al tener una metodología de trabajo, hay un orden de cómo son los procesos para empezar y terminar el proyecto”, comenta Slater.

Sobre ello, añade que esta línea de trabajo busca “tener un marco teórico a toda lo sensible, abstracto, subjetivo, que sea válido y que se convierta en metodología”.

Comenta que antes nadie se había atrevido a afirmar que los procesos de creación en las artes plásticas forman parte de un proceso de investigación. “Investigar en el arte es analizar  la forma del tiempo y del espacio, es analizar la realidad, es entender la visión del mundo, de un cosmos o del universo. Todos poseen una forma y un significado (logos) que las modela en su significancia. Todas las cosas que están frente mí, que son objetos de experiencia, hay que analizarlas para saber quiénes son, qué me dicen y qué quiero decir yo con ellas”. Eso también es investigar, explica.

“Investigo el espacio, la forma, la luz, el color, la perspectiva; reflexiono y luego escribo.  Escribo porque entiendo que, a través del claroscuro de línea, puedo entender que el shihuahuaco es un árbol tremendo, fuerte, poderoso, invasivo y que sus dimensiones significan altura, profundidad, perspectiva. Entonces, mi espiritualidad se eleva y llega a los límites del follaje. Alturas que tienen que traducirse en un claroscuro del color para poderlas pintar. El arte es interpretación y representación. Para poder representar el objeto de experiencia, se debe investigar primero”, comenta.

Desde el 2015 hasta el 2016, junto con la Dra. Ana Sabogal, docente del Departamento de Humanidades, Lucía Slater desarrolló, gracias a la Dirección Académica del Profesorado (DAP), una metodología interdisciplinaria para el trabajo de campo con alumnos del quinto ciclo de Geografía y Medio Ambiente, así como de Arte. Posteriormente, Slater ganó, en el 2017, el Reconocimiento a la Investigación (RI) del VRI. A través de ello, desarrolló, hasta el 2019, la investigación interdisciplinar Espíritu del bosque. Con ambos proyectos, se realizaron varias exposiciones de arte.

La importancia de la metodología en el proceso creativo

“Mi maestro Adolfo Winternitz decía que no solamente  es importante tener talento, sino también vocación. Y que el talento no es nada sin vocación. Y vocación es hacer todos los días lo mismo y jamás aburrirse”, dice Lucía Slater.

En ese sentido, la artista cuenta que, cuando era estudiante, descubrió que podía ir a pintar todos los días al taller y nunca aburrirse, y es la misma pasión hasta hoy. “El proceso creativo, para que sea grande y virtuoso, implica una disciplina de horarios, de ejercicios técnicos y, sobre todo, de perseverar hasta lograr tu objetivo. De ese modo, tus procesos adquieren mayores recursos para tu libre creatividad. Entonces va llegando una y otra idea y así sucesivamente. Entonces se habla de una vida muy creativa porque al ser constante en el trabajo, la producción viene por sí sola”, confiesa.

Reinventar los espacios

En el 2007, a Lucía Slater le diagnosticaron cáncer de mama en una etapa temprana, “pero era una tortura porque mi carácter es muy impulsivo y quiero las cosas para ayer, y eso hizo que apurara los tiempos para los análisis, las cirugías y los tratamientos. Sin embargo, dificultades durante las radioterapias permitieron un camino de encuentro entre doctores, pacientes y trabajadores del área”. Así encontró una ruta propia para reinventarse en ese momento. “Las paredes de radioterapia del Instituto Nacional de Enfermedades Neoplásicas (INEN) se llenaron con los registros fotográficos del proyecto Espíritu del bosque. Por primera vez, los pacientes, los familiares de los pacientes y los médicos se detenían y sonreían para ver algo de color. Fue una bendición que mi trabajo fuera llevado a espacios no tradicionales”, concluye.