
En los dos años que han seguido a su autoproclamación como «califato», el Estado Islámico ha experimentado una acelerada expansión ideológica, territorial y cibernética, que ha acarreado una ola de violencia sectaria sangrienta contra las poblaciones no suníes. En poco tiempo, ha conseguido controlar extensas áreas en Iraq y Siria donde ejerce una administración político-religiosa fundada en la interpretación fundamentalista de la sharia. Las características de su organización, la multiplicidad de métodos que emplea y los fines que persigue complican su comprensión y por consiguiente, también el diseño de estrategias para combatirlo eficientemente. Este artículo se propone comprender la génesis y expansión de este actor no-estatal, sus capacidades administrativas y militares, y de auto-financiamiento; determinar su estrategia así como los factores que explican su «éxito mediático»; explicar su naturaleza híbrida; y finalmente, discutir las implicancias que la aparición de este grupo yihadista genera en las dinámicas regionales, signadas por la rivalidad político-religiosa entre los representantes por un lado, de la facción suní Turquía y Arabia Saudita; y del otro, el Irán chií. En este contexto convulsionado por el terrorismo, la insurgencia, la pugna por el liderazgo regional con componentes religiosos, la nación kurda podría encontrar las condiciones necesarias para materializar el estado de Kurdistán.
Autor(es):ROONEY PAREDES, Mildred
Año: 2016
Título de la revista: Agenda Internacional
Volumen: 23
Número: 34
Página inicial - Página final: 49-76
ISSN: 1027-6750
Url: http://revistas.pucp.edu.pe/index.php/agendainternacional/article/view/15276