
Rivera-Holguín et al. (2019) plantean una reflexión sobre las complejidades de la documentación forense de las violaciones de los DDHH. Para ello, toman como caso la masacre a la comunidad campesina de Santa Bárbara presentada a la CIDH, que incluye la desaparición forzada y la masacre de quince miembros de una comunidad rural, así como, la persecución, tortura y prisión de sus familiares sobrevivientes, a cargo de agentes estatales. Frente a la necesidad de comprender los componentes comunitarios y culturales del daño y de incidir en la restauración de los vínculos sociales y bienestar colectivo, se realizó un proceso de investigación-acción participativa que buscó la evaluación psicosocial y comunitaria de los sobrevivientes de tortura luego de una masacre, pero también la inclusión del apoyo psicosocial, acompañamiento comunitario y la realización de actividades conmemorativas, desde la puesta en práctica de un modelo colaborativo de acompañamiento psicolegal.
Como resultados, se recoge en el informe técnico los impactos clínicos individuales en la salud mental, entre los que se encuentra la angustia como parte de las secuelas crónicas expresado en expresiones locales de sufrimiento como “pinsamientuwan,” “llaki,” “ñakari,” “umananay” y “iquyay”, que van desde dolores de cabeza severos hasta la tristeza, angustia, cansancio constante, apatía e incertidumbre, debilidad y dolor en el cuerpo que interrumpen la vida productiva.
También se identifican impactos relacionales a nivel familiar y social que atraviesas las relaciones intergeneracionales, e incluyen secuelas graves producto del aislamiento y silencios en las familias. A nivel colectivo, las afectaciones comprendieron la ruptura de la identidad social y cultural por la desarticulación de la comunidad, el sentimiento de orfandad por la ausencia de vínculos familiares, comunitarios y sociales, la falta de participación política en la organización comunitaria y la pérdida de perspectiva de futuro.
Frente a ello, los sobrevivientes mostraron resiliencia al generar propuestas de reparación en las que destacan la búsqueda de justicia y como parte de ello la búsqueda de sus familiares desaparecidos, la dignificación de la memoria de sus seres queridos desde el empleo de monumentos locales y lugares de recuerdo, la reinserción social de las personas desplazadas en la comunidad, la educación de los hijos y las medidas para la preservación de la identidad y la cultura de su comunidad. Finalmente, se concluye que el acompañamiento psicolegal a las víctimas mediante un enfoque de investigación participativa hace que el proceso de documentación forense sea un proceso participativo, colaborativo y reparador en sí mismo, al tomar en cuenta la interacción de los diversos determinantes sociales involucrados en el bienestar de las comunidades.
Key points of interest
- This paper proposes the need to include a communitarian perspective in the forensic documentation of human rights violations.
- Addressing the community impact and the local idiom of distress can enable a deeper understanding of survivors’ long-term sequelae following human rights violations.
- Psycholegal accompaniment for victims, using a participatory research approach, is essential for the proper documentation of the consequences of violence in complex contexts, and the articulation of meaningful reparation proposals.
RIVERA-HOLGUÍN, M.; PÉREZ-SALES, P.; HILDEBRAND, A.; CUSTODIO, E.; VARGAS, G.; BACA, N.; CORVELEYN, J. & DE HAENE, L.
Año: 2019
Título de la revista: Torture Journal
Ciudad: DINAMARCA / COPENHAGUE
Volumen: 29
Número: 1
Página inicial - Página final: 16-33
Url: https://irct.org/assets/uploads/Torture%20Volume%2029-1%20complete5-18-37.pdf