¿Por qué algunas personas buscan nuevas formas de vida luego de la experiencia de encarcelación y otras mantienen la conducta delictiva? En las presentaciones adjuntas, Shadd Maruna (2009) expone los resultados de su investigación sobre el desistimiento, término utilizado en el campo jurídico para referirse al proceso por el cual las personas abandonan la vida delincuencial a largo plazo.
Los retos que implica la reinserción social resultan limitantes para el bienestar de los ex internos, así como para sus comunidades (Mears y Mestre, 2012). Al no lograr adaptarse al entorno luego del encarcelamiento, un acto frecuente es la reincidencia, problema que se identifica en distintas partes del mundo y lleva a cuestionarse sobre las medidas de tratamiento en los establecimientos penitenciarios y su efectividad.
Un estudio en E.E.U.U. con cerca de 300’000 ex internos mostró que el 67.5% fue arrestado nuevamente en menos de 3 años (Langan y Levin, 2002). Asimismo, las estadísticas del Instituto Nacional Penitenciario del Perú muestran que, de las personas encarceladas durante el año 2012, alrededor del 69% eran reos primarios, lo cual deja más de un 30% de reingresantes (INPE, 2012a; INPE, 2012b).
En el Seminario Internacional “Políticas públicas y programas eficaces basados en evidencias para la intervención de la conducta antisocial y el consumo de drogas en adolescentes”, a cargo de Mg. Hugo Morales, en representación del Departamento de Psicología de la Pontificia Universidad Católica del Perú, en Mayo 2013, el Mag. Marlon Florentini, Director Nacional del Área de Tratamiento Penitenciario del INPE, expuso los logros de algunos cambios en las políticas de tratamiento penitenciario y reflexionó sobre el desempleo como una de las mayores dificultades para los ex internos al recobrar su libertad. Según refirió, al presentarse a un trabajo formal, las empresas suelen considerar los antecedentes penales como motivo para no contratar al postulante.
Entre sus postulados, Maruna señala como una de las principales diferencias entre reincidentes y desistentes la dificultad para pensar a futuro, lo cual podría mediarse si se fomentara la toma de decisiones y el control. Esto, sin embargo, suele ser limitado desde la concepción de las prisiones como establecimientos, donde internos e internas deben adaptarse a reglas y dinámicas que no eligen y que no dependen de ellos o ellas. Valverde (1991) plantea que en contextos penitenciarios es frecuente la sensación de no tener el control sobre las decisiones personales, lo cual ubica al sujeto en una posición pasiva ante la vida. Como factores que pueden favorecer el desestimiento, Maruna propone, a partir de su estudio, que un espacio que favorecerá al desistimiento será aquel en el que la persona encuentre reconocimiento, respeto, fuentes de logro y satisfacción. Por ello, es central repensar el concepto de prisión y enfocar las políticas de tratamiento desde la reflexión personal a l construcción de un proyecto de vida a futuro.
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Referencias
Instituto Nacional Penitenciario (INPE) (2012). Informe estadístico. Recuperado en: http://www.inpe.gob.pe/contenidos.php?id=415&np=1&direccion=1
Langan, P. y Levin, D. (2002). Recidivism of prisoners released in 1994. Washington: U.S. Department of justice.
Mears, D. y Mestre, J. (2012). Prisoner reentry, employment, signaling, and the better identification of desisters. American Society of Criminology (11), 1. 5-15. DOI: 10.1111/j.1745-9133.2012.00784.x