Difusión académica
Participación en ALACIP 2015

El GIOR se presentó en la octava edición de ALACIP con la mesa: «Transformación del orden internacional: Teorías y análisis a nivel mundial y regional». 

PONENCIAS:

  • Alcalde Cardoza, Javier Gonzalo

“Apreciación crítica del concepto  de un orden liberal internacional de John Ikenberry: una perspectiva histórica y desde las relaciones internacionales”

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John Ikenberry (Liberal Leviathan, 2011)  aborda la naturaleza del liderazgo norteamericano en un orden liberal internacional,  el cual se habría iniciado en 1815 con el ascenso de  estados democrático liberales  a un dominio global y  habría sido moldeado y liderado  por Inglaterra en el siglo XIX y  sobre todo por EEUU a partir de 1945.  Ikenberry omite ostensiblemente el papel de la hegemonía francesa en los orígenes de este orden liberal.

La  caracterización que hace Ikenberry de este  macro-orden liberal (que habría consistido en realidad en varios ordenes consecutivos en sus dos siglos de duración), subraya entre otros rasgos capitales su carácter progresivo y sus funciones de  difusión global de la modernidad  y de búsqueda de la justicia social. Tal caracterización nos lleva a pensar en la influencia de las ideas de la Ilustración y la Revolución Francesa en los orígenes de este gran ciclo histórico.

En realidad, la prolongada hegemonía francesa no significó  continuidad en sus ideas directrices (desde el absolutismo de Luis XIV hasta el impulso imperial de Napoleón) sino más bien un vigoroso liderazgo en el cambio intelectual. Tampoco significó que no hubiera en Europa, en algunos períodos, otros estados más fuertes, militar o económicamente, que Francia (como Holanda e Inglaterra) ni que todos los arreglos internacionales que trajeron periodos diferenciados de equilibrio o estabilidad hubieran sido estrictamente dominados por Francia.

Estos hechos nos ayudan significativamente a entender la diferencia entre hegemonía y orden internacional. La hegemonía es influencia, sobre todo en el campo de las ideas (siguiendo, sobre todo,  a Gramsci y a Robert Cox); el orden se refiere a arreglos concretos de poder  (que  se traducen en normas, reglas y procedimientos que rigen las relaciones entre estados) dentro de un clima general de influencia.

Al hacer estas reflexiones  podemos  darnos cuenta de que la omisión  de la hegemonía  francesa en el planteamiento de Ikenberry  (que gana notoriedad por su ambiciosa envergadura histórica)  ha sido cometida antes, de distintas maneras,  por otros académicos contemporáneos de la hegemonía y el orden internacional,  tales como Hedley Bull, Immanuel Wallerstein, Robert Cox, George Modelski, William Thompson, e Ian Clark, dentro de lo que podríamos denominar una gran línea de pensamiento anglo-americana.

Estos análisis, a nuestro juicio insuficientes, de la realidad  histórica que se han dado en la literatura especializada de las Relaciones Internacionales podrían explicar  también, en buena medida,  una aparente confusión,  o la falta  de un adecuado deslinde, entre la hegemonía y el orden dentro de  una muy incipiente teoría  del orden internacional. Se tiende a pensar, en esta perspectiva, que un cambio de orden conlleva una transición hegemónica.

El hecho es que  hasta ahora el estudio  de las hegemonías inglesa y norteamericana  sugiere que la hegemonía y el establecimiento de  un orden son procesos  coextensivos, algo así como dos caras de una misma moneda. Se suele presentar,  grosso modo, una hegemonía inglesa y un orden u órdenes dominados por Inglaterra desde 1815 a 1914,  y luego una hegemonía y un orden norteamericanos desde 1945.  El caso de la hegemonía francesa nos muestra una realidad diferente, mucho más compleja y matizada.

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  • Ramírez Bullón, Javier Ernesto

“Transformaciones en el proyecto de un orden sudamericano tras la creación de la Alianza del Pacífico”

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La creación de UNASUR, en 2008, generó altas expectativas sobre la formación de un orden regional alternativo al sistema interamericano liderado por EEUU. Tal organismo, a pesar de su acento como foro político, fue resaltado por su potencial en materia de integración. Los análisis optimistas se producían ante un contexto signado por el fracaso del ALCA, el impulso brasileño y la crisis económica mundial. Por ello, era razonable vislumbrar la formación de un régimen de cooperación e interés grupal en Sudamérica.

Pero, años después, no se produjo un declive pronunciado de la influencia estadounidense en la región y el liderazgo de Brasil disminuyó sin Lula. Además, en 2011 irrumpe una nueva iniciativa, principalmente comercial: la Alianza del Pacífico. Este bloque, más allá de su carácter económico, devuelve a México a los procesos de integración, cuestiona la “frontera” sudamericana y se orienta a Asia. Por otra parte, su esquema de regionalismo abierto se distancia claramente de Mercosur, generando nuevos alineamientos y tensiones.

Siguiendo a Katzenstein (2005), las regiones son políticamente construidas y peleadas; delimitadas por realidades territoriales, materiales y simbólicas. Bajo este enfoque, para identificar cómo se redefine la región sudamericana es necesario observar variables como: formas institucionales, tipo de identidad y características de prácticas políticas. En esta línea, el presente trabajo buscará evaluar los límites y posibilidades del orden regional sudamericano en la actualidad. Para ello, se investigarán las características internas y las interacciones de la Alianza del Pacífico y Mercosur en el escenario de integración macro.

  • Rooney Paredes, Mildred

“Los poderes del liderazgo presidencial en la integración regional: Chávez y Lula”

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A inicios del siglo XXI, el regionalismo latinoamericano experimentó un renovado impulso proveniente de dos de los presidentes más carismáticos y representantes de la izquierda latinoamericana, Hugo Chávez y Lula Da Silva. Las iniciativas resultantes de sus esfuerzos, el ALBA-TCP y la CASA, reflejaron una tensión -percibida, mas no declarada- entre los dos modelos de integración que impulsaron y que alcanzó su punto más álgido durante la creación de la UNASUR.

En este sentido, el presente trabajo se propone determinar el estilo del liderazgo político y los objetivos perseguidos por ambos expresidentes, así como las consecuencias que esta dinámica produjo en la construcción de un orden regional sudamericano. De acuerdo con Joseph Nye, el liderazgo político puede ser de estilo “inspirativo” o “transaccional”, en función de los recursos de poder utilizados por el líder (poder duro o poder blando); y perseguir fines que van desde la preservación del estatus quo hasta una transformación sustancial.

En función de este enfoque, se parte de la hipótesis que el estilo de liderazgo de Chávez para lograr los objetivos transformacionales perseguidos con el ALBA fue de tipo transaccional, para lo cual, utilizó incentivos (poder duro) como el petróleo y la cooperación. Por su parte, Lula Da Silva optó por un estilo inspirativo, sostenido en la retórica y la diplomacia presidencial (poder blando) para promover la CASA, cuyos fines obedecieron a la búsqueda de una transformación limitada, mediante el equilibrio a la injerencia de Estados Unidos en Sudamérica y el fortalecimiento de sus aspiraciones globales.

  • Los comentarios de la mesa estuvieron a cargo de la co- investigadora Angélica Guerra Barón.
Participante(s):
ALCALDE CARDOZA, Javier
RAMÍREZ BULLÓN, Javier
ROONEY PAREDES, Mildred
GUERRA BARÓN, Angélica
Año: 2015
Ponencia presentada en Nombre del evento: VIII Congreso Latinoamericano de Ciencia Política
Ciudad: Lima
Url: http://files.pucp.edu.pe/sistema-ponencias/wp-content/uploads/2014/12/ALACIP-FINAL.pdf