Informe PuntoEdu sobre la industria editorial peruana

La industria editorial peruana ha crecido, pero aún falta mucho para que se consolide. Aquí analizamos cómo fortalecerla, con el fomento de la lectura, el incentivo a las editoriales, el apoyo a los escritores y la promulgación de la nueva Ley del Libro.

19/03/2018

La industria editorial peruana ha crecido, pero aún falta mucho para que se consolide. Aquí analizamos cómo fortalecerla, con el fomento de la lectura, el incentivo a las editoriales, el apoyo a los escritores y la promulgación de la nueva Ley del Libro.

En el estudio “Libros y cultura”, realizado por el Instituto de Opinión Pública de la PUCP (IOP-PUCP) en el 2007, solo el 10% de entrevistados leía libros todos los días. Ocho años más tarde, este porcentaje se elevó hasta 15.5% en la encuesta “Libros y hábitos de Lectura”, efectuada, también, por el IOP-PUCP en el 2015. No solo ha crecido la cantidad de lectores, también lo ha hecho la cantidad de libros publicados. De acuerdo con el “Estudio diagnóstico del sector editorial del Perú”, elaborado, en el 2017, por la Cámara Peruana del Libro (CPL) -con la consultoría del Centro Regional para el Fomento del Libro en América Latina y el Caribe (Cerlalc-Unesco)-, en el período 2000 – 2016 pasamos de 2,001 títulos a 6,463.

¿A qué se deben estas cifras? Para José Carlos Alvariño, director de CPL, el tema pasa por el aspecto socioeconómico: “La clase media ha crecido”, comenta. Por su parte, la directora del Fondo Editorial PUCP, Mg. Patricia Arévalo, añade: “Después de la grave crisis económica de los 80 y 90, vino un crecimiento a partir del 2000. Actualmente, hay una creciente necesidad de consumir bienes culturales”. Por el lado estatal, un gran impulso fue la Ley de Democratización del Libro y de Fomento de la Lectura, en especial por los beneficios tributarios que contenía.

Sin embargo, todavía nos falta mucho. De acuerdo con la encuesta “Comportamiento lector y hábitos de lectura”, de Cerlalc-Unesco del 2012, los peruanos solo leemos 3 libros anuales, a diferencia de España, que ostenta 10.3; Chile, 5.4; y Argentina, 4.6. Además, recién vamos a contar con una Política Nacional de La Lectura y el Libro, nuestra industria editorial es incipiente, La Ley del Libro vigente va quedándose desfasada y los autores no reciben suficiente apoyo. ¿Por dónde empezar?

Nueva Ley del Libro

La vigente Ley de Democratización del Libro y de Fomento de la Lectura, que entró en vigencia en el 2004, fortaleció a un mercado editorial que colapsaba debido a la piratería. Lo más significativo fueron los beneficios tributarios, como la exoneración del IGV en la compra de libros y el reintegro tributario a las editoriales en la adquisición de bienes e insumos. Para la nueva Ley del Libro, José Carlos Alvariño explica: “La exoneración del IGV solo puede tener una renovación, que vence en octubre de este año. Lo que nosotros pedimos es la inafectación tributaria, ya que así no tendría que volver a pedirse en 3 años”.

Por su parte, el Dr. Ezio Neyra, quien lidera la Dirección del Libro y la Lectura del Ministerio de Cultura (Mincul), comenta que la nueva propuesta de ley buscará un mayor equilibrio en los diferentes componentes del mundo del libro, ya que la vigente está muy enfocada en el desarrollo de la industria editorial. Por supuesto, en el nuevo proyecto no se descuidará al escritor, el fomento a la lectura y el acceso al libro. Se espera que esta nueva Ley del Libro sea aprobada antes de octubre de este año.

La política más esperada

Aunque parezca increíble, a lo largo de su historia, el Perú no ha contado con una política nacional del libro. Este gran vacío histórico pronto se subsanará, pues, desde noviembre del 2016, la Dirección del Libro y la Lectura del Mincul trabaja en una política nacional de la lectura, el libro y las bibliotecas. En su elaboración han intervenido más de 500 personas, de diferentes regiones, vinculadas al tema. Esta se publicará en internet, tanto en la página del Mincul como en perulee.com en los próximos días.

El Dr. Ezio Neyra indica: “Esta política señalará algunos caminos que deben seguirse en ejes como fomento de la lectura, acceso al libro, producción y circulación del libro”. El director de contenidos y relaciones institucionales de la CPL, Pedro Villa, sostiene: “Se necesitan políticas claras que fortalezcan cada eslabón de la cadena”.

¿Cómo impulsar la lectura?

Un primer déficit para saber la cantidad de lectores en nuestro país es la carencia de encuestas, a nivel nacional, sobre hábitos de lectura. Ha habido algunos sondeos, como la mencionada de la CPL con la consultoría del Cerlalc-Unesco y las dos del IOP-PUCP, pero falta una gran encuesta nacional que se realice periódicamente, a fin de evaluar el impacto de las políticas que se implementarán.

Desde la CPL, Pedro Villa señala: “Necesitamos que el impulso a la lectura sea transversal a todos los sectores del Estado”. El Dr. Neyra agrega: “Por ejemplo, que el Ministerio de Salud entienda que leer es beneficioso para la salud o que el Ministerio de Producción note que una persona lectora produce más”.

Uno de los proyectos más interesantes para fomentar la lectura fueron Meta 27 y Meta 06, del Programa de incentivos a la mejora de la gestión municipal, del Ministerio de Economía y Finanzas, y promovidos desde el Ministerio de Cultura. Gracias a estos proyectos, actualmente hay 233 municipalidades a nivel nacional que cuentan con planes municipales del libro y la lectura.

Otros programas estatales para incentivar la lectura han sido la Red nacional de espacios de lectura, que cuenta con libreros de acceso libre y gratuito con 60 libros cada uno; La libertad de la palabra, que difunde la lectura en 16 penales de 12 regiones; y el portal www.perulee.pe, que ofrece recursos y manuales sobre cómo incentivar la lectura en el hogar, etc. Para este año, se implementará el programa de lectura en la primera infancia, dirigido a niños de 0 a 3 años. Si bien a esta edad aún no saben leer, lo que se busca es que desde pequeños se familiaricen con el libro.

¿Dónde están los lectores?

Para José Carlos Alvariño, de la CPL, sí hay un público en aumento que se interesa por los libros. Una prueba es el éxito de la Feria Internacional del Libro de Lima (FIL), que en su edición 2017 batió el récord de asistentes con 547, 300, aproximadamente diez mil personas más que en el 2016.

Mientras que en otros países el gobierno sí apoya la realización de ferias de este tipo, en Perú el escenario es distinto. “Los S/ 4 millones que cuesta se financia por diferentes organizaciones, como nuestra Universidad, embajadas y la venta de entradas. El Estado no solo no auspicia, sino que tampoco brinda un espacio público adecuado que sirva de recinto”, comenta la Mg. Patricia Arévalo.

El Dr. Ezio Neyra comenta: “Nuestro interés pasa, sobre todo, por apoyar a las editoriales más pequeñas, precisamente a aquellas que no pueden acceder a la FIL debido a los altos costos de alquiler”.

El mundo editorial

Del 2000 al 2016, la cantidad de agentes editores se ha multiplicado en nuestro país, según el estudio de la CPL con la consultoría de Cerlalc – Unesco. Allí también se señala que prácticamente la mitad de este total son personas naturales y entidades no especializadas en el sector editorial. A su vez, en los últimos años, han abierto oficinas en nuestro país transnacionales como Penguin Random House y Planeta.

Otro fenómeno interesante es la aparición de nuevos sellos peruanos, como Pesopluma y Animal de Invierno. Muchos de ellos están reunidos en la asociación de Editores Independientes de Perú (EIP). Su presidenta Silvia Gonzales, graduada de Literatura por la PUCP, comenta que la asociación ha estado presente en las mesas en que se discuten las políticas del libro y la lectura.

Desde EIP se ha incentivado que las editoriales pequeñas hagan uso de los puntos positivos de la Ley del Libro: “Al imprimir tirajes pequeños, muchas editoriales independientes descartaban el reintegro del IGV, pues pensaban que no llegarían al monto o que era una cuestión muy burocrática. Sin embargo, realmente muchas editoriales hubieran podido acceder al reintegro de sus impuestos y, de ese modo, haber aumentado su ritmo de publicación”, dice Gonzales.

La principal acción estatal para apoyar a las editoriales nacionales pequeñas es La Independiente, una feria enfocada exclusivamente a editores independientes y que busca fortalecer el gremio. Este año se realizará del 20 a 29 de abril en la sala Kuélap del Ministerio de Cultura. Habrá 40 stands, con representantes tanto de Lima como de otras regiones, cedidos de forma gratuita. “Es un espacio ideal para conocernos e intercambiar ideas con otros editores sobre modelos de gestión, promoción, distribución e imprenta”, comenta Gonzales.

La situación del autor

Por último, en esta cadena editorial no se puede obviar a los escritores. Ellos son los que crean el contenido de los libros, pero muchas veces son olvidados. En nuestro país son muy pocos los autores que pueden sostenerse solo con la venta de sus libros. Por ello, la mayoría recurre a la docencia, a colaborar en medios de comunicación o a subvenciones.

“En la actual Ley del Libro, no hay prácticamente ninguna consideración hacia los escritores. Sí la tuvo hasta el 2015, cuando no pagaban impuestos a la renta sobre las regalías que reciben por sus derechos de autor, pero eso se perdió con la renovación de ese año”, comenta el Dr. Neyra. Afortunadamente, ahora se está pidiendo que vuelvan a gozar de esa exoneración, lo cual es una manera de que reciban mejores ganancias. También habrá fondos para costear los gastos de viaje y estadía cuando sean invitados a algún evento internacional.


Fuente: PuntoEdu